La limpieza de sangre de Moncho Borrajo

"Imagínate, homosexual sin saberlo y superdotado en la España de los años 60", le confesaba al super-hunk Jaime Cantizano el pasado viernes en ¿Dónde estás, corazón?  Toda una tragedia, por otro lado corriente en casi cualquier otra parte del mundo en aquellos tiempos. Moncho, que es tan culto y versado, parece ignorar que hasta 1967 la homosexualidad también era ilegal en Gran Bretaña, y que incluso en la avanzada Nueva York la policía era aficionada a realizar redadas ocasionales por los bares rosas. De ahí Stonewall y todo el movimiento posterior de liberación y normalización, también aquí, y no precisamente gracias a él. Recuerdo la frustración que muchos sentíamos en los últimos 80 y primeros 90 cuando leíamos y escuchábamos a conocidos gays (Álvaro, Luis Antonio, Eduardo, etc.) tratar a sus congéneres como si fueran marcianos, mientras que eran algunos heteros, ésos que ahora son tildados de homófobos por dictado de Zerolo, quienes daban la cara por nosotros, incluso si se la partían. Si Tippy Cardín Hedren levantase la cabeza…

 

Mientras tanto, en China y Bulgaria ideaban nuevas formas de exterminio gay. En Oriente el método era bastante expeditivo: ahogamiento en el río más cercano. En Bulgaria preferían perfeccionar y exportar a otras partes del paraíso socialista los métodos inventados por los nazis. Todo esto y mucho más puede verse en la película Conducta impropia, de Néstor Almendros. Es una pena que entre tanto fasto y proyecto faraónico a nadie se le haya ocurrido todavía crear una versión española de la cinta. Si Moncho Borrajo quiere hacer algo útil, que se levante del trono de reina con que sale retratado en las revistillas del establishment, llame a su paisano del Ministerio de Cultura y le interese en la recuperación y difusión de esta parte del patrimonio audiovisual español.

 

En resumidas cuentas, Borrajo se retira de la escena olvidando la advertencia de Stendhal: "El inconveniente de tener ingenio es que hay que andar siempre pendiente de los medio tontos que nos rodean y captar de inmediato sus pedestres intenciones", y siguiendo casi al pie de la letra el guión impuesto por los asesores del apóstol Zerolo ("Aznar nos hizo mucho daño"), que en esta época cerril habría inspirado unas nuevas Comedias bárbaras a Valle-Inclán. Tiempos feroces en los que la dignidad se vende por un salvoconducto de ingreso en el gueto rojirrosa.

 

Que el ex presidente del Gobierno perdió y nos hizo perder mucho tiempo es innegable. Y que algunos en el PP no se enteren de que hay muchos gays que ni llevan camisas de 200 euros ni viven a un tiro de piedra de la calle Serrano (ni entienden de arte contemporáneo) resulta bastante irritante. Por no mencionar a ciertos autoproclamados amigos mediáticos del partido de Rajoy, los carlos dávilas y demás legionarios de Nuestro Señor cuya mayor aportación al análisis político consiste en vociferar "Que Zerolo se vaya a Irán a defender a sus maricas" en la radio del hombre y la mujer de negocios bien informados (¡qué nivel, Maribel!). Pero de ahí a presentar a Aznar como un homófobo furibundo hay un trecho muy largo. Casi tanto como el que todavía separa Madrid de Orense, la "patria" de Moncho (el otrora iconoclasta también se apunta a la nueva heterodoxia facha-nacionalista, que diría su paisana Cristina Losada). La portentosa e hiperdesarrollada memoria del humorista sabrá responder esta pregunta: ¿a quién debemos la célebre expresión "Estoy harta del Plan Galicia de mierda"? Pista: No fue Esperanza Aguirre.

 

Pese a todo, la pinza zerolo-legionaria aprieta, pero no ahoga, aunque no dejarán de dar la lata, porque en el fondo se gustan. Lo menos que se puede decir de ambos extremos es que el uno no podría vivir sin el otro. En cambio, a mí me sobran los dos. Sobre las mariprogres lo he dicho casi todo; de los aficionados a dar lecciones de Teología al mismo Papa cabría preguntarse por qué son tan dados a contratar divorciados, ésos que no pueden comulgar (¿lo sabrán sus jefes?), y tan despectivos con quienes sí pueden, comulgar, digo, aunque algunos no quieran. Pero claro, ellos son de centro y yo de extrema derecha... And pigs fly (Dávila aún no, aunque sigue intentándolo).

 

De todas formas, la semana también nos trae buenas noticias. Entre ellas, el lanzamiento de un nuevo blog liberogay: el esperadísimo Fan Fatal, del más aguerrido militante hispano-británico de Chueca y alrededores. Diseño primoroso y provocador y contenidos cañeros que causarán carcajadas y algún que otro rechinar de dientes. Su primer post es toda una declaración de principios:

Y aún hay más: el periódico digital Esta2 se consolida como la alternativa a la propaganda mariprogre. Entre sus últimas noticias, la constatación de que en Irán sí hay gays y la denuncia de las maniobras del establishment para acabar con Colegas, una asociación apartidista e independiente que defiende la normalización de la homosexualidad, no su conversión en una nacionalidad histórica o histérica. También hay una sección dedicada a los chicos más atractivos del orbe: "Buenorros", un chat y... Planet Liberogay, el embrión de lo que podría ser un foro de debate y discusión al margen de la dictadura zurda.

 

Para terminar este primer repaso, que diría un presentador de noticias, a estas iniciativas al margen del establishment (ni que decir tiene que ni hay subvención ni se espera), la revista Moxow, un retorno a los viejos tiempos erótico-festivos, que no pornos, con divertidos artículos sobre los aspectos más interesantes de la subcultura gay y entrevistas y fotos en ropa interior de los chicos más potentes. La inclusión del testimonio de un bisexual en su primer número fue toda una provocación, seguida en el último issue por una interesante reflexión sobre el chiringuito de la economía rosa:

A este paso, Jesús Encinar y los suyos terminarán exigiendo precios mínimos en los bares gays y un impuesto rosa sobre los productos que se vendan en ciertos barrios de Madrid y Barcelona. Todo, por supuesto, en nombre de la libertad, la igualdad y un montón más de causas justas, que ellos se encargarán de administrar en nuestro nombre. Es el "liberalismo" rosa à la Miguel Sebastián, un nuevo término que debería ser incluido en la galería de horrores de Liberalismo.org.

 

Lo peor de todo sería que a cualquier concejal gallardonista se le ocurriera entregar a alguno de estos apandadores alguna patente de corso centrista. Entonces los demás tendríamos que exiliarnos a Pozuelo de Alarcón y establecer una comuna liberogay en Monteclaro. Todo es posible.