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CHUECADILLY CIRCUS

Huyendo del Orgullo. Disidencias

Una leyenda urbana afirma que, durante una recepción en la Casa Blanca a un grupo de ilustres representantes de la disidencia vasca constitucionalista, el presidente Bush exclamó: "¡Viva Cuba libre!". Tal fue la conmoción del poeta Juaristi, que por primera vez en su vida enmudeció y no pudo responder ni con un triste pareado. La bella Edurne Uriarte quedó tan shockeada que desde entonces ha trocado su habitual rictus agrio y jactancioso por una risita nerviosa que tiene aterrorizados a los comerciantes de su barrio, que no saben si llamar al Samur o salir corriendo.

Una leyenda urbana afirma que, durante una recepción en la Casa Blanca a un grupo de ilustres representantes de la disidencia vasca constitucionalista, el presidente Bush exclamó: "¡Viva Cuba libre!". Tal fue la conmoción del poeta Juaristi, que por primera vez en su vida enmudeció y no pudo responder ni con un triste pareado. La bella Edurne Uriarte quedó tan shockeada que desde entonces ha trocado su habitual rictus agrio y jactancioso por una risita nerviosa que tiene aterrorizados a los comerciantes de su barrio, que no saben si llamar al Samur o salir corriendo.
Desde que Época me calificó de "disidente gay" la semana pasada, he sufrido múltiples desgracias. Eso de la disidencia y el outsiderismo –bonito palabro– no es lo que parece. Para empezar, tres veces, tres, me hurtaron la exclusiva de mi propia fiesta de cumpleaños: C. Vidal, J. M. Marco y los de Alianza entre Mamones. Además, mientras almorzaba con mi amiga y musa Ángela V., un camarero me confundió con el director de la revista Zero. Para que la sangre no llegara al río, la escritora tuvo que intervenir y explicar al mesero que, a pesar de no ser mariprogre, soy un chico muy majo.
 
Vamos, que eso de ser un descastado sólo merece la pena si a cambio recibes una subvención del Ministerio de Cultura. Hasta el momento, a mí sólo me ha servido para montar una fiesta de cumpleaños gracias a la hospitalidad y buen hacer de Fernando y su maravilloso Club de Fans de Massiel. Fue el viernes pasado, al filo de la medianoche, y, como ya sabrán, se llamó "Huyo del Orgullo".
 
Bebimos, reímos y nos sobramos a gusto. Según Mary White, guapísima de neohippy y más madraza que nunca –que la ira eterna de la diosa Kali consuma a quien ose ofender a una madre–, "fue tan divertido que si hubieras desaparecido nadie lo habría notado". Las virtudes más preciadas del buen anfitrión son la ubicuidad y la invisibilidad. Celebro poseer al menos una de ellas.
 
Fernando Díaz Villanueva y Jon Urdangarín.Las fotos fueron tomadas por el atlético –de Madrid– Fernando Díaz Villanueva, recientemente ascendido a la categoría de "chulazo" y a la espera de su segundo hijo. Junto a él, la periodista Paloma G. Ovejero y la poeta Ana Bermejillo, golden girls de La Mañana, donde derrochan personalidad y buen hacer. Ambas fueron ferozmente acosadas por Víctor Fanfatal, quien, fiel a su nombre, las sometió a un severo interrogatorio sobre cocina, religión y política.
 
En la nómina de heterorros brillaron mi editor, Mario Noya, convertido a su pesar en sex symbol de la militancia antizerolista, el divino Seleuco, príncipe de la literatura griega, Antonio J. Chinchetru, blogger oficial del Campus FAES 2007 y activista internetero; el filósofo metido a TV tycoon Roberto Blatt (¡ese cinturón!) y el realizador de Cosmopolitan TV J. M. Durán, embutido en una preciosa chaqueta blanca no apta para papichulos. Sólo un dandy como él puede lucir semejante prenda y vivir para contarlo. También el publicista J. L. Calonge, del brazo de una rubia despampanante y fan margoliana –y por consiguiente receptora de ración extra de drink tickets.
 
Aparte de los representantes de los tres poderes del Estado y de varios cachorros genoveses, aspirantes todos a despacho y secretaria antes de los 25, destacó la presencia de Arturo, uno de los líderes de un grupo de aguerridos estudiantes liberales dispuestísimo a provocar a la ministra Cabrera, incluso a la consejera Sunsilk-Figar (como la primera vez que lo dije se enfadó, ahí va una segunda; Lucía es incluso más divina de lo que parece), unos buenos ratos de intensa jaqueca y rechinar de dientes.
 
Pero sin duda lo mejor de la fiesta fueron algunos de los más populares bloggers liberogays. En primer lugar, Aquiles, nueva adquisición en Red Liberal y terror del zerolismo. Aquiles y yo nos conocimos hace varios años en un chat gay, quedamos y me dio plantón. Él no lo recuerda, y yo no se lo tengo en cuenta. Me obsequió con el regalo más feo que he recibido en mi vida: una enorme bandolera beige de lona. Para que luego hablen del glamour que nos adorna a todos y sandeces por el estilo.
 
Detalle del fiestorro margoliano-massielino.Libertymad-Pandemonio estuvo tan deliciosamente marisabidillo y encantador como siempre, teorizando y pontificando sin cesar. Al chico le hace falta un buen novio –dotes maritales no le faltan–, aunque no seré yo quien se preste a ello. Lo peor de Liberty es que algunos le hacen caso, como el historiador y su novio José. Sinceramente, no sé qué le encuentra la gente a ese chaval, aparte de ser mucho más mariculta que yo y de habernos metidos a varios en el lío del activismo y la agitación antiprogre. A su lado, Antinoo, de entre todos el que con diferencia mejor escribe, sonreía. Iba adornado con un espantoso conjunto de bisutería del todo a 100... céntimos. No les cuento más de ellos, porque algún día les dedicaré un artículo entero, tras lo cual espero no me ocurra lo mismo que al desdichado Jaime Bayly, que se quedó sin amigos después de retratarlos a todos en una novela.
 
La nota de excentricidad, si cabe, la pusieron Dani y Floren, dos famélicos diseñadores de interiores que pasan del PP "y de todos éstos" –los genoveses– y con los que me encapriché tras cuatro gin tonics. A pesar de su extrema delgadez, los chicos no pasan hambre y se cotizan bastante bien en el mercado. Ver para creer.
 
Varias ausencias, algunas justificadas –por ejemplo, Tomás Allende y María acaban de ser padres, y Nacho Montes estaba booked all night long–, otras no tanto –Francesca continúa en paradero desconocido–; y luego están los que se quedaron sin ir por timidez. Por ejemplo, la celeste editora, teórica y activista Yolanda Alba, conocida como Miss Swarovski (¡están de rebajas!) debido a los pedruscos que gasta, y con quien fui a merendar el lunes pasado a Embassy para sacudirme la mugre de la celebración del Orgullo Gay. La editora que tanto dinero ha hecho ganar a algunos en esta casa deja Martínez Roca con los dos grandes escándalos del otoño casi listos para su lanzamiento: lo último de Fede y la opera prima de un joven muy guapo pese a lucir unas patillas à la Curro Jiménez francamente desfavorecedoras. Todo se sabrá –y se contará– a su tiempo.
 
Animados por el Amaretto y fortalecidos por los deliciosos pastelillos del merendero, irrumpimos en la librería Berkana, templo del mariprogresismo patrio, en busca de las obras completas de Camile Paglia, posfeminista centroilustrada, como se define a sí misma, tildada por las de siempre de todas esas cosas que ustedes ya conocen.
 
Mario Vargas Llosa.Encuentro afable y cariñoso con Mili Hernández, ojerosa aunque feliz tras una semana de Orgullo agotadora, y el escritor y abogado Eduardo Mendicutti, mucho más relajado y risueño que cuando surca la calle Velázquez. Una vez más, he de decir que la progresía no está reñida con las buenas maneras. Después, Yolanda me invita a cenar un bocadillo en el café Diurno. Yo no quiero dejarla, pero tiene una cita profesional ineludible.
 
El miércoles acudo a la conferencia del Foro Atlántico. Mi único interés consiste en comprobar el estado del pacto que Mario Vargas Llosas, a quien todos los liberogays debemos su Historia de Mayta, una de las mejores vacunas contra el zerolismo (¿lo tendrán en Berkana?), mantiene a tres bandas con Espe, Polanco y el mismísimo diablo, que lo conserva fresco y lozano a pesar de la senectud. Allí me topo con Marco, con quien evito intercambiar los típicos halagos más típicos de folclóricas que de caballeros castellanos (nada de "I love your articles", "I love your articles too", "Thank you too, you are so witty", "You’re too kind"…). En el mundillo del comentario socio-político-cultural (Whatever!), los neófitos debemos asumir una actitud seria y taciturna para no ser tomados por celebridades de tercera.
 
Y en esas estaba cuando recibo una llamada de mamá: "Por prescripción materna, debes salir de inmediato hacia algún punto ignoto de la geografía española para reposar durante una semana, sin ordenador ni libros de teoría sociológica". De modo que aquí me tienen –o me tendrán cuando lean estas líneas–, tumbado al sol y buscando un chiringuito donde degustar unas patatas ali-oli sin pillar la salmonela. De la disidencia al más cruel ostracismo, casi sin solución de continuidad. De todas formas, he traído un bloc de notas y un bolígrafo, así que pese al calor, Chuecadilly no cierra por vacaciones.
 
Antes de tomarse las suyas, no dejen de visitar las rebajas de HG Govantes (en el Arturo Soria Plaza de Madrid y otros lugares de España) y admirar su nueva colección de camisería de caballero, con un 30% de descuento. Los trajes, especialmente los de chaqueta entallada y pantalones efecto faja, se venden a mitad de precio. Si no ligan, que no sea por mí. Y no olviden presentar su objeción de conciencia a Educación para la Ciudadanía antes de salir de viaje. Si no saben cómo hacerlo, pásense por aquí o llamen al 91 413 29 57. Esta asignatura no es para septiembre.
 
Lots of love.
 
 
Enquire within: chuecadilly@yahoo.es
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