Menú
CIENCIA

Hablan los neandertales

Algo ha de tener esta especie que nos fascina tanto. Será porque eran los últimos primos verdaderamente cercanos que nos quedaban (pero desaparecieron, hace 30.000 años, con lo que nos condenaron a la soledad eterna como especie). Será porque su figura era tan similar a la nuestra que, bien vestido y aseado, uno de ellos podría pasear inadvertidamente por las calles de cualquier ciudad de hoy.

Algo ha de tener esta especie que nos fascina tanto. Será porque eran los últimos primos verdaderamente cercanos que nos quedaban (pero desaparecieron, hace 30.000 años, con lo que nos condenaron a la soledad eterna como especie). Será porque su figura era tan similar a la nuestra que, bien vestido y aseado, uno de ellos podría pasear inadvertidamente por las calles de cualquier ciudad de hoy.
Será porque no podemos dejar de sospechar que, tal vez, en algún momento pudieron haberse cruzado nuestros genes con los suyos, quién sabe si en un fugaz encuentro amoroso entre los hielos de Europa. Será porque, en el fondo, seguimos envidiando su capacidad de adaptación al continente, o porque nos sentimos culpables por haber invadido su edén de nieve y roca, con lo que les expulsamos del terreno y de la lucha por la evolución…
 
Me refiero a los neandertales, a la especie que no fue tocada por la mano de los genes para seguir en el planeta Tierra y nos cedió la inmensidad de Gaia para la eternidad.
 
Hoy, vuelven a estar de moda: un equipo de paleobiólogos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha hecho público un estudio que revela que el Homo neanderthalensis presentaba ya las mutaciones de un gen implicado en la capacidad de hablar que hasta ahora se creían exclusivas del ser humano.
 
Cueva de El Sidrón.La investigación ha sido apasionante. El equipo de científicos, capitaneado por Antonio Rosas, extrajo muestras de huesos neandertales del yacimiento asturiano de El Sidrón que tienen 43.000 años de antigüedad. Gracias a ellas, han sido capaces de secuenciar por primera vez un gen específico nuclear, lo que permite conocer aspectos del comportamiento y la apariencia de esta especie que hasta ahora eran inaccesibles.
 
El gen en cuestión se llama FOXp2, y su antigüedad data de hace unos 200.000 años. Ésta es, precisamente, la antigüedad del Homo sapiens. Por ello, se había pensado que se trataba de una mutación exclusiva de nuestra especie que surgió con nuestro propio origen. Sin embargo, al ser descubierta también en neandertales, se abre una puerta razonable para la duda. ¿Es posible que se trate de un gen que hubiera mutado mucho antes de esos 200.000 años, en una especie antecesora común de sapiens y neanderthalensis?
 
La posibilidad es fascinante. Según los investigadores, las muestras proceden de dos individuos masculinos que "muestran los cambios genéticos característicos humanos".
 
El FOXp2 es responsable de la codificación para una proteína con dos aminoácidos que hasta ahora eran exclusivos del ser humano moderno. Ni siquiera las especies más cercanas, como el chimpancé, los presentan. Este hecho tan específico ha obligado a los científicos a pensar durante años que el gen está vinculado con procesos evolutivos exclusivos relacionados con la aparición del lenguaje. En concreto, puede ser responsable de las peculiaridades en los movimientos de la cara y la boca que facilitan la fonación. Además, estaría involucrado en la formación de grupos de neuronas que permiten la producción del habla.
 
El hallazgo podría acabar con uno de los excepcionalismos del ser humano moderno, el que le confería el hecho de ser la única especie capaz de hablar. En cualquier caso, servirá para conocer mucho mejor cómo eran y vivían aquellos compañeros de viaje evolutivo que nos abandonaron a nuestra suerte. Pero, sobre todo, ha servido para poner de manifiesto, una vez más, el extraordinario estado de salud de la paleontología española.
 
Llegar a tal grado de certeza con ADN antiguo sólo es posible en condiciones similares a las que se dan en El Sidrón, un yacimiento casi libre de contaminación de ADN moderno, donde se trabaja en condiciones de esterilidad. La cantidad de material con que se cuenta en este centro permite que seamos optimistas sobre nuevos hallazgos de paleogenética, que nos acerquen aún más al sino de los neandertales.
 
Ésta es, sin duda, una de las disciplinas más apasionantes que nos ofrece la actualidad científica. La paciencia del arqueólogo, la osadía del paleontólogo, la indiscreción del genetista… se dan la mano en este aparente juego de policías y forenses en el que unos huesos enterrados hace milenios nos cuentan sus secretos en el lenguaje cada vez más descifrable del ADN.
 
 
JORGE ALCALDE dirige el programa de LIBERTAD DIGITAL TV VIVE LA CIENCIA.
0
comentarios