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CÓMO ESTÁ EL PATIO

Gerona: cuanto antes, mejor

La facilidad del nacionalismo periférico para la chorrada carece de límites conocidos, a pesar de que con el Tripartit presidido por Montilla más de uno pensamos que se habían alcanzado cotas cimeras.


	La facilidad del nacionalismo periférico para la chorrada carece de límites conocidos, a pesar de que con el Tripartit presidido por Montilla más de uno pensamos que se habían alcanzado cotas cimeras.

Para desmentir a los que pensaban que tras la presencia de Carod Rovira en la Generalidad el nacionalismo no podía ofrecer espectáculos tan bochornosos, entra en escena el Alcalde-Presidente del Excelentísimo Ayuntamiento de Gerona. Pisando fuerte.

Como ya es conocido, el Excelentísimo Ayuntamiento de la ciudad catalana se ha declarado en insumisión fiscal frente al "Estado español", lo que no está nada mal, si se tiene en cuenta que el referido Excelentísimo Ayuntamiento es un órgano de ese mismo Estado, cuya legislación pretenden vulnerar los no menos excelentísimos concejales, para dar ejemplo a sus convecinos.

Sin embargo, esta subversión del principio constitucional de corresponsabilidad fiscal de todos los españoles, incluso de los que viven en Gerona, tiene alguna particularidad que conviene reseñar, para situar la discusión en los términos adecuados.

Lo primero que hay que resaltar en el razonamiento hemipléjico de los insumisos gerundenses es su interpretación de la insumisión fiscal en una sola dirección, algo por otra parte muy habitual entre el nacionalismo catalán, porque así los cálculos salen siempre a su favor. Declararte insumiso en el pago de impuestos y permanecer sumiso a la hora de recibir los ingresos procedentes de esa misma fiscalidad es algo que podían haber discurrido perfectamente los miembros de la Asociación Mundial de Asadores de Manteca, a poco que se hubiera concentrado. Ahora bien, si hablamos en serio, cuando uno se declara insumiso ha de hacerlo con todas las consecuencias, detalle que a los concejales rebeldes les ha pasado inadvertido, según parece.

De llevar a cabo una insumisión con todas sus consecuencias, el negocio sería redondo... para el resto de España. Las matemáticas, tan centralistas ellas, demuestran con tozudez que si alguien se beneficia del actual sistema fiscal son precisamente las instituciones catalanas, que en virtud del nuevo estatuto han elevado la rapiña presupuestaria a cotas jamás soñadas ni siquiera por Prat de la Riba. El caso del Excelentísimo Ayuntamiento de Gerona, por supuesto, no es una excepción.

El consistorio gerundense recibe del resto del "Estado" 17,5 millones de euros por los más variados conceptos, el principal de los cuales es el derivado de su condición de capital de provincia con un número de habitantes superior a 50.000

Como los únicos impuestos estatales que paga un ayuntamiento corresponden al IRPF de sus empleados y el IVA por los bienes y servicios que contratan oficialmente, resulta evidente que el saldo actual es extraordinariamente favorable para la ciudad, salvo que todos los gerundenses sean funcionarios municipales o tengan montado en los sótanos del consistorio un almacén clandestino para operar en el mercado negro, cosa que no parece probable ni siquiera en un municipio gobernado por nacionalistas.

El panorama cambia de forma radical si se tiene en cuenta este razonamiento básico, así que hemos llegado al momento más oportuno para tomarle la palabra al Alcalde-Presidente y a sus concejales jabalíes. Los españoles aceptamos no trincar un solo euro de los impuestos que el Excelentísimo Ayuntamiento de Gerona liquida a la hacienda española... siempre y cuando el Excelentísimo Ayuntamiento renuncie a su vez a percibir el dinero que el resto de españoles apoquinamos para el arreglo de avenidas, el cuidado de jardines, la denuncia de tenderos con cierto apego a la lengua española o la construcción del Estat Catalá.

Los que defendemos la secesión de Cataluña –bien que por motivos económicos y de amor a nuestros hijos– no podíamos haber recibido una noticia mejor que de la insumisión fiscal del Excelentísimo Ayuntamiento de Gerona. Es un buen síntoma de que, poco a poco, la losa de las finanzas catalanas que pesa sobre el resto de España comienza a agrietarse. Sólo es cuestión de animar a los compañeros secesionistas de la margen oriental del Ebro, a ver si finalmente dan el paso definitivo y se declaran independientes de una vez, ahora que Mas tiene previsto organizar un referéndum sobre un absurdo pacto fiscal.

Que se dejen de componendas presupuestarias y asuman el destino de la noble nación catalana declarando unilateralmente su independencia de España. El Alcalde-Presidente de Gerona les está mostrando el camino. Ojalá tengan lo que hay que tener para recorrerlo. Cuanto antes, mejor.

 

twitter.com/PabloMolinaLD

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