Quien dice ZP dice Sebastián, Arenillas y otros. En otro orden de cosas, en el tout Madrid de rumorea que un idealista empresarial ha convertido su compromiso político adquirido vía Zerolo en una máquina de confusión. Algunos profesionales del ladrillo exigen una rectificación inmediata; menos ideología y más rigor, dicen. En esta divertida democracia, (Boris dixit) todo comienza y acaba en Chueca. A este paso, la mafia gay de que habla Tomás Cuesta va a resultar cierta y yo tendré que enviarle una nota de disculpa.
¡Quién fuera Jesús Cacho para make sense de las cosas mal que uno oye en las cenas bien madrileñas. Con que una décima parte de lo que se cuenta en los círculos informados de la capital sea cierto, los tres millones que el Intermoney de Míguel Sebas le debe a Hacienda y el pastel ibicenco se van a quedar en pura calderilla. ¡Qué mal rollo!
Semana terrible. Para empezar, el viernes pasado fui objeto de una foto trampa con Pablito Molina. Lo pueden comprobar en la página de Fernando Díaz Villanueva, ese half-chulazo del liberalismo, historiador, fotógrafo, motero y más bueno que el pan. Por si no fuera poco, Mary White, que acaba de crear un blog imprescindible para cualquier lector de esta columna, me arrastra a la presentación del libro del murciano, quien por cierto tiene un ramalazo metrosexual que ni Beckham. Luego se dedica a criticar a Victoria en su columna; ¡qué valor! Simplemente echen un vistazo a las gafas de hiper diseño y al corte desfilado y arreglado con cera. Y esas canas tan estratégicas me escaman. Creo que son más falsas que las sonrisas de Boris Izaguirre, cuyas canas también resultan altamente sospechosas. La White realizó la performance de su vida ante un auditorio que vibró con sala sílaba que salía de sus labios de fresa perfectamente perfilados. De todas formas, la camiseta de rayas Abeja Maya sigue sin convencerme.
No hace falta decir que el hortelano casi levitaba. La dictadura progre es un libro muy divertido con algunas de las descripciones de los progres más acertadas que he leído en mucho tiempo. No dejen de comprarlo para esa noche de insomnio o tarde de verano en la playa o la piscina. La editorial tiene otros títulos, algunos interesantes y otros un tanto espeluznantes, aunque Pablo, a pesar de sus proclividades Maurrista-Maeztunianas, no tiene nada que ver con eso. Uno lo hace donde puede, no donde quiere.
Y para colmo de males, el sábado me topo en pleno Paseo de Recoletos con la multitudinaria mani de los afectados por el affair Afinsa/Forum. Banderas constitucionales y octavillas con mensajes crispados. “Zapatero, ¿dónde está nuestro dinero?”, “460.000 afectados, PSOE culpable”. A mi amigo Ángel, un excelente peluquero, le han birlado 26 millones de pesetas por este “tápame la negociación con ETA. Ya saben, la derecha extrema siempre empeñada en torpedear el mágico proceso de paz con el maldito parné.
Menos mal que el domingo pude solazarme con la transmisión de la entrega de los premios Micrófono de Oro. Un tontainas le gritaba a Federico “que se ponga de pie”. Pedir a quien nunca ha vivido de rodillas que se ponga de pie es como exigir a Luis del Olmo, a Cebrián y a otros, que hagan lo contrario. Un auténtico despropósito. Lo único que tengo que objetar a Fede es que haya abandonado el juvenil pelo-pincho por el lánguido flequillo New Romantic del cantante de los Spandau Ballet. Por lo demás, la visión del editor del jefe de este cotarro junto a Luis del Olmo me recordaba eso de una España que muere –la de Luis- y otra que bosteza –la de Federico- que decía Antonio Machado, aunque el trepidante ritmo que el de Albarracín ha impuesto en las ondas españolas ha terminado con el aburrimiento de muchos. Nessun dorma!
Bromas aparte, ya es hora de que los useful idiots, como los llamaba Lenin, dejen de tirar piedras contra su propio tejado. ¿Por qué no van a reírse del Gorila Rojo o de algún otro héroe del progresismo internacional? Durarían menos que un caramelo a la puerta del colegio, así que punto en boca, Boris –by the way, si tú tienes 21 yo estoy a punto de hacer la primera comunión-. Y para muestra de lo que digo, un botón del 17 de junio de 1985: “Si yo fuera homosexual, desde luego que no votaba a Ruiz-Gallardón jamás. Y no siéndolo, tampoco. Porque me parece impresentable que haya gentes defendiendo la discriminación social en virtud de una preferencia sexual determinada”. Era el mismo Federico en Diario 16 refiriéndose a la negativa de la entonces AP a apoyar una iniciativa del PSOE que proscribía cualquier discriminación contra los homosexuales.Mucho ha llovido desde entonces. Federico sigue defendiendo la libertad, la propiedad y la igualdad ante la ley, y por suerte para todos, su pedagogía surtió efecto –“la letra con sangre entra”. En la actualidad, el espectro liberal y conservador es uno de los lugares más gay friendly del país, en muchos casos por convicción, y en otros… ya saben, “a la fuerza ahorcan”, o en lenguaje Pablomolinense, “no dirás Margol teniendo un hijo varón”. En Irán también ahorcan, pero eso a los progres no les importa. Con tanto pesados silencios sobre tantas ignominias, a los izquierdistas de hoy se les va a romper el espinazo de tanto cargar. Sea como fuere, “nunca es tarde si la dicha es buena”.
Tanto refrán es una auténtica ordinariez, por lo demás inexcusable en un cervantino como yo. Ya le advirtió Don Quijote a Sancho que el abuso de dichos y refranes era impropio de un caballero. Mil perdones a todos.
Al final me faltó espacio para el fashion time que les prometí, pero no lo olvido. El puente se presenta tranquilo, así que no creo que nada me impida darles unos consejos y así evitarles ser confundidos con algún candidato del PSOE. “Antes muerto que Simancas”.
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